Capítulo
1 – Cuando todo comenzó -
Todo
comenzó hace mucho tiempo, no estoy muy seguro de hace cuanto exactamente, ya
que desde ese entonces pasaron tantas cosas que perdí la noción del tiempo. En
este mundo, si lo ves desde un punto de vista muy específico, está lleno de
peligro, pero a los habitantes de aquí parece que les agrada ese aspecto, y con
esto me refiero a los humanos y a los pokemon. En este lugar, los humanos viven
mano a mano con los pokemon; de hecho, sin ellos, no estoy seguro si sobreviviéramos.
Pero así como los humanos, los pokemon también pueden ser utilizados,
maltratados y convertidos en seres del mal. Gracias a ese tipo de gente y ese
tipo de pokemon, mi vida llego a estar llena de tanto sufrimiento... Desde un
comienzo, deberían advertirte esto cuando estas en la academia, para que así
por lo menos puedas prepararte mentalmente, Pero no es así. Cuando solo eres un niño, creces con la idea
de que viajaras por todo el mundo lado a lado con tus queridos pokemon,
luchando para un día poder competir en el ÍNDIGO PLATEU y tal vez tener la
oportunidad de convertirte el campeón del mundo. Si de lo contrario ser campeón
no es lo tuyo, puedes de igual forma participar junto con tus pokemon en
concursos, inclusive puedes formar parte de la sociedad como un doctor,
panadero, policía, etc., etc. Suena genial, pero en cuanto das tu primer paso
libre en el mundo, sin nadie quien te guie, donde todo depende de ti, el mundo
se torna una maldita trampa y hace lo que pueda para que no llegues a tu
objetivo. Mi meta era ser el campeón del mundo, tener a los pokemon más fuertes
y poseer las mejores estrategias. Pero
todo eso cambio, y cambio demasiado.
En
ese entonces yo era más joven, si mal no
recuerdo, tendría 18 años. Como cualquier otro de mi edad, ya podía legalmente
recorrer el mundo por mí mismo. Tenía a mi querida cyndaquil conmigo, su nombre
es Furia. Desde que yo tenía 5 años se encuentra a mi lado, me la dieron cuando
apenas era un huevo y hasta ahora continúa siendo mi acompañante. Teníamos poca
experiencia en batallas, solo aquellas pruebas que nos ponían en la academia y
aunque siempre obteníamos las calificaciones más altas, las ganas de probar
nuestra fuerza contra el mundo entero lo eran aún más. Nuestra gran aventura
inició un agradable amanecer, los pidgeys volaban sobre mi casa causando el
alboroto de siempre, como si fuese su trabajo despertarme. Furia ya estaba
despierta; como todas las mañanas, ella
se subía a mi escritorio para ver como los pidgeys revoloteaban sobre nuestro
techo. Ya tenía todo listo desde la noche anterior, estaba preparado para
comenzar mi viaje, para tomar mi camino como el futuro campeón. Desayunamos
rápido esa mañana y le deje las llaves de mi casa a mi vecino. El sol ya iluminaba
bien el cielo, acompañado por una que otra nube que el viento fresco de la
mañana hacia deslizarse. Con nostalgia, vimos nuestro hogar una vez más; nos
despedimos de él y así comenzamos nuestro largo camino. Primero teníamos que
llegar al laboratorio de Dr. Pokets, el hombre más inteligente de nuestra gran
ciudad de Chihuahua, una de las diez capitales de este país. Tomamos el primer
camión del día hacia el centro de la ciudad, el cual era vigilado por una
enorme estatua de un pokemon legendario.
SI mal no recuerdo, lleva el nombre de Groudon. Frente a la estatua se
encuentra una gran plaza; aunque bueno, para mí solo es un enorme pasillo,
lleno de tiendas de todo tipo de cosas. Al llegar, pasamos por las tiendas comprando pociones,
pokebolas y varias vallas para el viaje. Al final del pasillo esta otra plaza en forma
circular, la gran plaza revolución.
En la parte superior de la plaza está la
Catedral en honor al pokemon dios Arceus. El laboratorio del Dr.Pokets estaba a
unas cuadras detrás de la catedral, una vez estando allí, aproveché para pedir a Arceus nos guiara a la victoria. Cuando por
fin llegamos al laboratorio, no era en absoluto lo que yo esperaba, era un
edificio alto y de color naranja con la cara de un wynut como símbolo principal
en las puertas de ingreso que se abrieron dándonos paso a Furia y a mí al dar
un paso adelante; “Wynut Labs” decía en letras grandes y azules al frente del
escritorio de una señorita que se encontraba colocado en medio de dos
elevadores. - Disculpe, vengo a ver al Dr.Pokets.- Le dije, sosteniendo a Furia en mis brazos. –
¿Me puede mostrar su ID por favor? - Me
preguntó mientras estiraba su mano para recibir mi ID, pero yo no tenía una. Alzó
la vista y distinguió mi cara de confusión mientras yo pensaba que decirle. Soltó
una pequeña risa y me dijo - Lo siento, parece que aún no tienes una, ¿Verdad?-
con esto, me sentí algo apenado; - Así es, no sé dónde la debo pedir.- La
señorita amablemente tomo mis datos con rapidez.
Nombre:
Hekotoro
ID:
218234
Medallas:
-----
Al
terminar me entrego una tarjeta verde de metal con una foto mía en ella, mi
nombre, mi ID de entrenador y una pequeña caja donde colocar mis medallas: oficialmente
era un entrenador. La señorita presiono un botón y el elevador de la izquierda
se abrió y subimos para ir a ver al Dr. Las puertas se abrieron al interior de
una habitación llena de libros tirados por todas partes, solo una alfombra roja
que parecía marcar el camino a seguir, estaba descubierta. Bajé a Furia y
caminamos lado a lado sobre el camino rojo, al final de este se podían ver dos sujetos;
uno tenía una bata blanca y estaba muy concentrado en la pantalla de su
computadora y el otro comenzó a caminar hacia nosotros. Él tenía el pelo largo
y de color café, vestía totalmente de negro y tenía un semblante realmente
serio. A su lado caminaba un totodile, seguramente de la misma generación que
Furia y yo, pensé; él también nos notó pero no hizo expresión alguna, solo nos pasó
de largo y continúo su camino. Llegamos al final de la habitación donde se
encontraba el hombre de la bata blanca tecleando inspiradamente en su computadora,
nos paramos detrás de él esperando que nos notara, pero al parecer ignoraba por
completo que lo esperábamos. Luego de unos minutos, opté por tomar primero la
palabra: - Disculpe…- Dije con
incomodidad, el sujeto se volteó con molestia en mi dirección; tenía un poblado
bigote blanco amarillento, una gran cabellera blanquecina y pequeños ojos
grises y vidriosos con ojeras oscuras bajo los mismos, tenía la apariencia de
típico científico loco. - ¿Tú quién
eres?- Me pregunto, mientras examinaba detenidamente a mi Furia y a mí; -
Soy un entrenador nuevo, vengo por un pokedex.- Le dije. Solo para aclarar, un pokedex es un
aparato que te permite grabar toda la información posible sobre un pokemon, para
poder conseguir información debes enfrentar al pokemon y entre más tiempo lo
enfrentes, más información graba de él, además, es muy útil para armar
estrategias, todo entrenador oficial reconocido por la LIGA POKEMON debe tener
uno.
-¿Cuantos
pokemon tienes?- Responde finalmente el Dr.
mientras examina a Furia. - Solo tengo este cyndaquil señor- le dije. Me sentía muy presionado por la
mirada del Dr. - ¡¿Qué?! ¡¿Piensas que le doy un pokedex a cualquier vago que
me presente un pokemon?! ¿Por qué debería darte uno? ¡¿Qué te hace diferente a
los demás?!- - Bueno señor… ya estoy
graduado de la Academia y tengo el promedio más alto en la academia,
especialmente en batallas. Creo que tengo talento para ser un buen entrenador,
y tal vez, hasta el mejor.- - Ah si…
conque tu obtuviste el promedio más alto. Pero, si lo comparas con los
promedios más altos de la historia, ¡el tuyo es el más bajo!- El Dr. Pokets
regreso a teclear, por no decir aporrear, salvajemente en su computadora, como
poniendo fin a la conversación, en ese momento me sentí decepcionado, ¡¿mis
sueños se terminarían por la culpa de ese vejete mal educado?! Miré a Furia que me
regreso la mirada, podía sentir las ganas que ella tenía de comenzar esta
aventura, yo no podía defraudarla. Tome al Dr. del hombro y lo volteé de un
tirón hacia mí; - ¡Escúcheme! ¡Espere 15 años para llegar aquí! todo mi futuro
está enfocado en ser el campeón y es porque, ¡yo seré el campeón! ¡Seré el
primer entrenador de Chihuahua en llegar a ser el campeón! ¡Y no voy a permitir
que un viejo amargado me quite eso! Así que, ¡deme mi pokedex! y si es
necesario ¡yo luchare por él! ¡¿Verdad Furia?!-Furia encendió las llamas en su
espalda y soltó un pequeño chillido al Dr. Él se levantó de la silla de su
escritorio, me miró a los ojos, y, sin decir nada, saco una delgada caja de un
cajón de su escritorio y la puso con fuerza en mis manos. - Si logras mantener
esa determinación, llegarás lejos… ¡Lárgate!- Salí de Wynut Labs con mi pokedex en mano. Nuestra
aventura inició…
Capítulo 2
Furia
me miraba con curiosidad mientras yo jugaba y exploraba todas las utilidades de
mi pokedex. Estábamos sentados en una banca en la plaza de la catedral,
disfrutando de una rica botana. Me quede pensando en lo que dijo el viejo Dr.,
sólo tenía un pokemon y tal vez sería útil conseguir más y aumentar los
miembros de mi equipo. En Chihuahua, había una gran variedad de diferentes
pokemon que podían ser interesantes integrantes de mi equipo, revisaba
diferentes estrategias y combinaciones que se podían realizar, alcé la vista
hacia la plaza, donde la gente estaba disfrutando ese gran día. Varias personas
presumían sus pokemon mientras otros sólo pasaban tiempo con ellos, el viento
puso un folleto frente a nosotros, se deslizó suavemente frente a mis pies así
que me incline para alcanzar a leerlo.
•LITTLE CUP
CHIHUAHUA X!!!
¡Ven
é inscríbete con tus pokemon para participar en el siguiente torneo Little Cup!
Debes
entrar con 3 pokemon diferentes, para revisar la lista de cuales pokemon puedes
ingresar, las reglas y formato de las batallas, por favor acude a Ciudad Deportiva
o visita nuestra página www.CiudadDepoChih.com
Un torneo
sería una muy buena oportunidad de probar nuestras habilidades, sólo que tenía
un problema, no tenia 3 pokemon. Requería tres que no estuvieran evolucionados,
y en esta ciudad el único lugar donde podría atrapar pokemon, seria en el
bosque de ciudad Deportiva. Ciudad Deportiva es un enorme parque que está
cercano al centro de la ciudad, tiene dos estadios con campos de batalla, un
gran escenario para concursos, diferentes canchas de deportes; todo rodeado por
un gran bosque lleno de pokemon salvajes y un lago artificial. Muchos
entrenadores principiantes solían comenzar a atrapar sus primeros pokemon ahí
mismo, pero la gente dejó de hacerlo ya que muchos terminaban con los mismos
pokemon, la mayoría atrapaba pidgeys, pidoves, rattatas y pachirisus, había más
que esos pokemon salvajes pero toma más tiempo en buscar y son más
problemáticos, pero, si quería entrar al torneo, necesitaba capturar al menos
tres, me levanté y me dirigí hacia ciudad deportiva, Furia y yo estábamos
llenos de emoción. Llegando a Ciudad Deportiva, se podían ver varios anuncios
del torneo pegados por todas partes, a lo lejos había varios deportistas
practicando y entrenadores teniendo batallas de ensayo, mucha gente no
considera una batalla amistosa como una batalla de verdad, se dice que una batalla
de verdad es cuando no rige ninguna regla y el entrenador arriesga todo,
incluso su vida. Claro que el gobierno no promocionaba eso y decían que las
batallas contra GYM LIDERS y de torneos eran batallas de verdad. Pasamos por
una tienda “AlPoke”, donde compre varias pokebolas con lo que me quedaba de mi
dinero. Entré más al centro de Ciudad Deportiva dirigiéndome al gran bosque, el
ruido de la ciudad desaparecía mientras más
árboles había y estos comenzaban a tapar el sol, dejando ver solo una
tenue iluminación verdosa; Furia comenzó a oler su alrededor, encantada de
estar en medio de tanta naturaleza, era difícil creer que un lugar tan
tranquilo y puro estaba en medio de una gran ciudad. Suponía que los pokemon
que habitan ese lugar son los que lo mantenían de esa forma, también me preguntaba
si algunos pokemon sabían que afuera de ese lugar, todo estaba dominado por los
humanos y sus construcciones. Caminamos unas cuantas horas, nos topamos varios
pokemon como, rattata, pidgey y un combee, pero no me llamaron mucho la
atención, aparte sabía que si seguía caminando hacia el centro encontraría los pokemon que no cualquier
entrenador atrapa. Llegamos a un pequeño claro, la luz del sol lo iluminaba y
estaba lleno de hierba larga y verde, Furia se puso seria y algo tensa, me detuve
para intentar averiguar qué era lo que incomodaba a mi cyndaquil. Pronto note
que en ese sitio no había absolutamente ningún ruido, no se escuchaba ningún
pokemon, ni viento, nada… Furia se negaba a adentrarse al claro, parecía que consideraba
que estar entre los árboles era lo más seguro. En eso, un chillido rompió aquel
silencio, de los árboles salió rápidamente una especie de ave, que parecía
haber atacado las hierbas que se encontraban en medio del claro. Rápidamente,
el ave voló hacia los árboles del otro lado y desapareció. Intente ver hacia donde se escondió, pero la
luz del sol me mostró algo diferente en el claro, justo donde el ave había
atacado, comenzó a salir una especie de polvo dorado, reconocí ese polvo de la
clase de Estatus, era Stun Spore, un movimiento de status que paraliza al
oponente; de pronto lo comprendí, el ave pokemon había atacado a un pokemon que
se escondía entre las hierbas y ese pokemon soltó su Stun Spore para paralizar
a su atacante, apenas el polvo desapareció, el ave pokemon otra vez atacó, el
pokemon que se encontraba en la hierba respondió defendiéndose soltando otra
vez su Stun Spore pero esta vez el ave
no soltó ningún chillido, quiere decir que el primero había sido para
sorprender a su presa. No cabía duda que esos dos pokemon ya tenían mucha
experiencia en ese tipo de batallas.
Tenía que atraparlos. Le insinué a Furia mi idea, pero ella no se veía
muy segura del todo, más, se tranquilizó un poco cuando le comenté que
esperaríamos a que se cansaran un poco, mientras estos continuaban su batalla,
saqué mi pokedex para intentar conseguir información sobre los pokemon que
íbamos a enfrentar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario